QUIERO SER LIBRE
La población canina en Barcelona supera los 90.000 perros censados.
No hay suficientes espacios abiertos y los que hay no son idóneos para que los perros puedan estar en libertad. Un perro necesita, correr, jugar, relacionarse y descargar energía. Un perro atado y con execeso de energía puede desembocar en un perro con problemas de comportamiento.
Un "pipi can" no es un lugar de ocio para perros. Los pocos que existen son insuficientes y sus tamaños y estado son lamentables.
Antes de poner en marcha un normativa restrictiva y punible, deberían habilitar espacios abiertos y amplios para los perros en todos los barrios. O bien, horarios en todos los parques como existen en el resto de Europa.
¿Cómo puede ser que la sanción, por llevar a un perro suelto, sea superior a circular con exceso de velocidad o superar la tasa de alcoholemia?
Si amas a los perros y estás en contra del texto de la nueva normativa, firma esta solicitud.